martes, 11 de diciembre de 2007

Llevate lo que quieras

La propiedad intelectual es un derecho de los autores que ha suscitado grandes debates ideológicos en los últimos tiempos. Una persona que se manifesta a través de cualquier tipo de expresión artística creando algo es dueña de su obra y puede hacer con ella lo que quiera, pero en un mundo en el que la palabra igualdad es tantas veces pronunciada por influyentes personalidades de los ámbitos más diversos (político, religioso, etc.), que por cierto son tan propensos a incluirla en sus discursos como poco efectivos para plasmarla en la práctica, cabe preguntarse: ¿es justo e igualitario restringir el acceso a la cultura a través de barreras económicas?

La aparición y sobre todo la rápida difusión de Internet en los últimos diez o quince años ha situado el tema en el centro de la escena generando una gran polémica. Gracias a las nuevas tecnologías, y este gracias no es casual sino que va con toda la intención, expresiones artísticas por las que antes debíamos desembolsar una considerable suma de dinero, están ahora a sólo un click de distancia de millones de usuarios en todo el mundo. Y me parece bien. ¿Por qué colocar la cultura al acceso de los que puedan pagar por ella únicamente? ¿No tiene la gente humilde también derecho a leer libros y escuchar música? Muchos piensan que no.



A todos aquellos que se llenan la boca con el amor al arte cuando lo único que realmente aman es el billete, les suele romper las pelotas que la gente descargue sus libros, peliculas, canciones, etc. sin engrosar sus arcas. Quieren que sigamos pagando más de 50 € por la temporada completa de una serie. Pero por suerte ya no es necesario, nosotros lo conseguimos gratis en la red, sólo hay que pagar religiosamente la cuenta del adsl (a empresas mafiosas por cierto, pero ese tema no es objeto de esta reflexión).

Para los que no nos molesta que utilicen nuestras creaciones existe un nuevo tipo de licencias, las creative commons, que permiten a cualquier individuo aprovechar nuestro material y copiarlo íntegramente si lo desean con un simple requisito que no cuesta un centavo. Sólo tienen que alcarar que la obra es de otro y citar al autor, tampoco sea cosa de que vayan alardeando de haber hecho algo que realmente no es de ellos. De acá pueden llevarse lo que quieran, para mí mejor si alguno está interesado en difundir lo que escribo. Claro que lo mío no puede considerarse cultura, apenas son reflexiones y escritos de un humilde estudiante de periodismo. Hago lo que puedo y les doy lo que tengo. No se pongan pretenciosos que sino saco el creative commons y los mando a todos a cagar.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Coincido con la apreciación de que la cultura no debe restringirse por factores económicos. Es un derecho al que toda la población debería poder acceder independientemente del dinero que se posea.
Si bien es cierto que Internet ha favorecido a ese acercamiento, tampoco es suficiente, dado que no todos poseen conexión a la red. El Estado debe contribuir mediante políticas culturales para educar a todos los ciudadanos.
También coincido en cuanto a la hipocresía que tienen la mayoría de los cantantes populares. El deseo de sumar y sumar dinero a las cuentas bancarias ha hecho que muchos grupos cuyos integrantes estaban sumamente peleados se vuelvan a juntar ( Soda Stereo por ejemplo). Se aduce que el retorno tiene que ver con el "amor a la música" aunque para mí está muy lejos de ser asi.
Muy bueno el blog,
saludos de Argentina
Hernan