El 28 de febrero empecé un post sobre las distintas etapas del periodismo digital y prometí no tardar un mes hasta redactar la segunda y última parte. La promesa la doy por cumplida porque no demoré esos 30 días, sino un poco más.
A veces se complica entre trabajos, exámenes y viajes tener una regularidad en las actualizaciones, pero de a poco el blog va creciendo con nuevos artículos. El de hoy se centra en la interactividad, una característica fundamental del ciberperiodismo.
Creo que es el aspecto más importante a resaltar del periodismo 3.0, porque implica una modificación clave en el proceso comunicativo. La comunicación no termina en el punto final de un artículo sino que, al contrario, ahora ese punto final es el que da inicio a un proceso de diálogo.
Este simple detalle supone una verdadera revolución para el periodismo. El redactor no escribe para que los demas lo lean, lo hace para debatir con ellos sobre el tema que pone sobre la mesa. Esto se puede hacer gracias a los avances técnicos que lo posibilitan, pero yo creo que los grandes impuslores de la interactividad mediática son las personas. Me refiero a todos los interesados en reflexionar, debatir o dar a conocer su punto de vista sobre cualquier tema aprovechando la oportunidad que la tecnología les brinda para hacerse escuchar.
En estos tiempos marcados por la concentración mediática, la manipulación de la información y la falta absoluta de periodismo independiente en los medios convencionales, internet nos da la posibilidad de expresarnos. No es para tirar cohetes, pero es algo. Y algo es mejor que nada. Así que aprovechemos el medio para quejarnos de lo que queramos, decir lo que se nos ocurra y opinar sobre los temas que nos interesen. Dale que ver pornografía y descargar música está bastante bien y nos gusta a todos, pero esas no son las mejores ventajas de internet. Sólamente son las preferidas por la mayoría.
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